Nota: Tomo el texto tal y como me lo entregó el autor.
Un grito estremecedor que se confunde con el ruido de la lluvia, y aunque estoy en mi cuarto
también estoy empapado. Es mi sudor, aquel sudor que sentí por vez primera esa noche, en la
que viví la más horrible, bizarra, y macabra experiencia. Ya han pasado 10 años pero esos
recuerdos no se han podido borrar de mi memoria.
Recuerdo como aquella hermosa ciudad era tragada poco a poco por el infierno y sus calles,
que esa mañana eran transitadas por cientos de personas, ahora estaban llenas de esos
extraños seres y de otras abominaciones creadas por el conocimiento humano.
Mi cuarto esta oscuro, pero cada rincón parece esconder una de esas extrañas criaturas. Sus
cuerpos y caras mutiladas, y sus ojos blancos; aquellos que me veían como una presa a la
cual cazar.
Recuerdo los gritos estremecedores de aquellos que caían bajo los dientes y las manos
de esos extraños seres, y poco a poco los caídos iban perdiendo su humanidad.
Sus rostros mutilados se ponían grises,sus ojos se tornaban blancos, era como
ver a un zombi de una película de bajo presupuesto. Solo que estos eran reales
y con un hambre irrefrenable de carne humana.
Perdimos a muchos mientras cruzábamos la ciudad en busca de una salida de
aquella pesadilla encarnada llamada Raccoon City.
Cuando llegamos cerca de la estación de policía vimos a dos personas adentro,
una perecía ser la hermana de uno de los ex miembros del grupo STARS Chris
Redfield, recuerdo que la menciono una vez; creo que su nombre es Claire. El
otro era un policía novato el cual fue enviado directo de la academia para ser
parte del nuevo escuadrón S.P.F. del cual yo era miembro; se llama Leon S Kennedy.
Quisimos entrar pero la puerta estaba trabada y al escuchar los aterradores gemidos
que eran familiares para nosotros decidimos seguir; esperando que esos dos
pudieran sobrevivir.
Al estar cerca de la estación televisora vimos un helicóptero en lo alto del edificio
y decidimos entrar en el. Sin ningún peligro llegamos a la puerta que daba al helipuerto,
estaba cerrada y tenia una especie de cerradura de tarjeta magnética, quise sacar
mi 9mm y disparare pero lo único que lograría era destruir nuestra única opción de escape.
Decidimos separarnos para buscar la tarjeta que nos permitiría salir de aquel infierno.
Llegue a lo que parecía ser la oficina del director de noticias la cual tenia un gran ventanal,
desde el cual se podían ver las oficinas de un diario local cerca de hay. Rápidamente
comencé a buscar la tarjeta cuando se oyó el trizar de unos cristales, gire de inmediato
pensando lo peor, y vi a través del ventanal intacto; como de una de las oficinas del
periódico caía una criatura infernal y se estrellaba en el pavimento; para después
reincorporase e irse del lugar. Mire perplejo durante unos segundos y vio como de
ese mismo edificio salía Jill Valentine otra ex STARS junto con una especie mercenario,
era un hombre joven y al parecer latino. Decidí dejar de ver y seguir buscando
la tarjeta magnética.
Volví a la puerta cerrada con las manos vacías y la esperanza de que alguien más
hubiera tenido suerte. Otro superviviente la había encontrado en la habitación del
conserje, también me entere de que no estábamos tan seguros y habíamos perdido
a uno de los nosotros en manos de aquellos zombis que deambulaban por el edificio.
Decidimos entrar lo más rápido posible, pasamos la tarjeta por el lector y la luz roja
cambio a verde, sonó un clic que soltó el seguro y pasamos a través de la puerta,
decidimos cerrar la puerta por seguridad.
Al ver la azotea completamente vacía y el helicóptero en buen estado sentí un alivio.
Sabía que si no estaba la llave siempre podía encenderlo frotando un par de cables.
Dando la vuelta al helicóptero vi el cuerpo del piloto sentado en el piso con la cabeza
agachada, al acercarme movió la cabeza y pude ver que levaba la llave en el cuello,
y sus ojos como los de casi todo el pueblo estaban blancos; lo único que podía hacer
por el era colocarle una bala 9mm en su cerebro. Apunte mi arma y jale del gatillo,
se escucho un estruendo y el cuerpo del piloto cayo bañado en un charco de sangre,
que emanaba de su cabeza. Recogí las llaves y encendí el helicóptero; tan pronto
como el último superviviente subió, eleve el helicóptero y dejamosRaccoon City.
Habíamos estado solo unos minutos en el aire y nos dirigíamos hacia donde aparecían
los primero rayos de sol, de repente vimos un misil pasar a un lado de nosotros, al
ver para atrás vimos otro helicóptero. También vimos como el misil poco a poco se
dirigía hacia la ciudad, cayendo en ella haciéndola desaparecer bajo un hongo radiactivo.
Después de presenciar esa horrible escena nos dirigimos a la base Ragithon. Al llegar
fuimos conducidos a la enfermería, para después ser separados y llevados a lugares
secretos, esa fue la última vez que vi a los sobrevivientes de aquel horror.
Creí que todo eso había quedado en el pasado, hasta hace algunas horas cuando recibí
el llamado de Rebecca Chambers, el oficial más joven que había ingresado a los STARS;
y otro posible sobreviviente de un horror igual al mió. Me Informo que “Umbrella”, la
maldita compañía causante de todo aquel desastre biológico en Raccoon City sigue
operando; y que necesita hablar conmigo. Tengo miedo de ir a la cita; de hablar con
ella; puesto que se que me pedirá que me una a ella para alguna misión.
A pesar de todo se que es mi deber impedir que esa compañía juegue a ser Dios y
que otra ciudad sea destruida y su gente sufra el horror que yo sufrí, se lo debo
a los que perecieron en Raccoon City.
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