Buenas, vengo a dejarles un relato que había escrito en un rato libre de clase y decidí pulir aun más para publicar... Espero que lo disfruten tanto leyéndolo como lo hice yo al escribirlo... Tiene un largo de aproximadamente 500 palabras
ORGASMO
El oficial de policía Terrence se adentró en el galpón. La luz apenas llegaba a penetrar las paredes de chapa gracias a los agujeros que había en esta. Dió unos pasos hacia el centro de la estructura y silbó. Desde la oscuridad, un silbido respondió a su llamada. Se preparó a desenfundar su arma y vió como emergía de la oscuridad una silueta.
-Eh, águila. ¿Está despejado afuera? dijo la silueta, mientras se asomaba a la oscuridad, dando a conocer un rostro gordo que expresaba cansancio
Terrence observó al hombre que se encontraba ante él. Estaba completamente transpirado, sin duda el correr hasta el galpón había sobre-exigido a su obeso cuerpo. Le miró a los ojos y contestó:
-Para nada, está lleno de cerdos. Pero tengo una idea para salir, mintió. Llevaba ya dos meses infiltrado en la mafia, y estaba a punto de finalizar el caso, aquel gordinflón era el último miembro que quedaba. Y había decidido quedárselo para si mismo, para deleitarse como siempre lo hacía al fin de un caso.
El gordo se le acercó y le preguntó:
-Te escucho, todo sea por salir de esta pocilga
El oficial dijo, escondiendo la pistola tras su espalda:
-Disparale a la pared al lado mio, y yo me encargo del resto. El gordo, cansado, no se lo pensó dos veces antes de jalar del gatillo apuntando hacia la chapa junto a su compañero. Entonces, sin previo aviso, Terrence sacó su pistola y vació el cargador en el pecho del gordo. Éste cayó en el piso, escupiendo una mezcla de sangre y saliva.
-Hi...jo de puta... confiábamos en vos... ¿qué carajo haces?
Observando a su víctima en el sueño, el policía solo esperó unos segundos. Cuando el gordo hubo exhalado su último aliento, lo sintió. Un calor que recorrió todo su cuerpo, comenzando por sus piernas y terminando en su cabeza. De repente, se dio cuenta de que había resultado, sintió la carne de su entrepierna cobrar vida y volverse loca, se había venido. Y mejor que nunca antes, no recordaba ningún asesinato anterior que le hubiera causado tal orgasmo. Tomó una foto al cadáver del gordo y se encaminó a la puerta del galpón y se dirigió a los demás oficiales:
-El tipo me atacó, al parecer me había descubierto... Me ví obligado a matarlo. Pronto, uno a uno los oficiales lo felicitaron por haber completado el caso y se adentraron en el galpón. Esperando a los forenses para que despacharan el cuerpo.
Rió para sus adentros, nadie imaginaba la perversión tras su fachada de oficial respetuoso de la ley. Lo cierto es que se alegró, tal y como le habían prometido, recibiría una medalla por haber ayudado a eliminar aquella mafia. Y lo mejor de todo, ahora tenía una foto. Era el primer recordatorio que tomaba para su colección. Caminó hacia su patrulla y se encaminó a casa, debía pasar la foto a su computadora. Era vital tenerla a mano cuando necesitara inspiración a la hora de masturbarse.
NOTA: La imagen no es mía.
Saludos...
-ExenderVes
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