‹‹General Patricio Estrella Portillo,
jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Colombia.
Coronel, le escribo la presente para informarle que sus reclamos han sido escuchados. Antes que nada, me disculpo a nombre del Ejército por el abandono en que se había tenido sus pedidos. Los veteranos siempre deben de estar en el pedestal del honor patrio; es por eso que, para dar ejemplo del honor que tributamos a nuestros héroes, he decidido escribirle personalmente en lugar de dejarle a un oficial de menor rango este honor.
En cuanto a la decisión que he tomado, no solo que de ahora en adelante se le dará una pensión mensual de 4000 dólares americanos sino que además se le condecorará para que así el pueblo sepa que la madre patria nunca olvida a sus buenos hijos.
Coronel, eres un viejo miserable que devora diariamente las migajas de una rancia esperanza. La fatalidad existe y nunca tendrás lo que quieres; me das pena y por eso te he escrito esta carta: para que despiertes de una buena vez, para que dejes ese pestilente fruto de tu ingenuo optimismo, esa inercia de caracol patético que espera el mana en el desierto de su frustración. Así pues, ponte los pantalones y empieza por lo menos a picar piedra para vivir de algo; y, por lo pronto, cocina ese gallo que nunca ganará pelea alguna: él es como tú excepto porque alguien lo alimenta.
Bueno, me ha costado mucho tiempo y esfuerzo hacer una imitación creíble de los sellos del Ejército. Espero que esto te ayude o tendré que acabar con tu gallo a ver si así te mueves. Se despide, un adolescente que se compadece de ti.
Pd: Si te veo moverte, pronto te dejaré algo de café. Si intentas saber quién soy, se va el gallo y el buzón. Chao.››
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