sábado, 9 de julio de 2011

Mataron a Facundo Cabral






¿Qué pensar del ser humano cuando un hombre que dijo "Ama hasta convertirte en lo amado, es más, hasta convertirte en el amor" es asesinado a balazos mientras se dirige al aeropuerto?. Como dijo Ronaldo Robles (vocero del gobierno de Guatemala): "Es triste que este hombre que le cantaba al amor, a la paz y a la alegría haya perdido la vida por unos bastardos en Guatemala". 

Este suceso amargo, a más de entristecernos por la pérdida de quien con la música llevó inspiración, alegría y reflexión (por la profundidad de sus letras) a tantas personas, nos hace ver lo lejos que ha llegado la criminalidad en América Latina, en ese continente donde existen países como México y sus narcotraficantes capaces de ejecutar a gente inocente y dejar sus cadáveres en la carretera; Colombia y esa mal llamada "guerrilla" (las F.A.R.C.) que no tuvo el coraje o la inteligencia para matar al desgraciado de Uribe mas si tuvo la estupidez y la cobardía como para, más de una vez, atentar contra aquella población civil por la cual supuestamente luchan contra el sistema; o Ecuador, donde cada vez la delincuencia no solo aumenta sino que se vuelve más cruel al punto de que en los diarios se leen casos de asesinatos a niños, niñas y adolescentes o violaciones de bebes o niñas menores de 8 años...Ahora bien, yendo un poco más lejos, la muerte de Facundo Cabral nos hace pensar en cómo el ser humano puede degradarse hasta convertirse en un monstruo (lo que eran sus asesinos). Y es que en efecto: hablando desde la Ética, ¿acaso no es un cierto tipo de sensibilidad ligada (entendida sobre todo en términos de empatía, compasión y capacidad de compromiso con el bien de los demás) a esa facultad que conocemos como "conciencia moral" lo que nos hace humanos? Al menos yo diría que sí; y, partiendo de eso, no creo que a esos "bastardos" que lo mataron podamos considerarlos humanos salvo en un sentido biológico (como una especie caracterizada por la presencia de un neocortex y otras especificidades derivadas de la particularidad de su ADN). Como dijo cierto twitero (no soy yo): "El día en que Facundo Cabral muere asesinado a tiros, podemos decir que éste es un mundo lleno de hijos de puta". 


Llamo entonces a la indignación, para lo cual cito a Stephane Hessel: "Les digo a los jóvenes: busquen un poco, encontrarán. La peor de las actitudes es la indiferencia, el decir “yo no puedo hacer nada, yo me las apaño”. Al comportarse así, pierden uno de los componentes esenciales que hacen al ser humano. Uno de sus componentes indispensables: la capacidad de indignarse y el compromiso que nace de ella". Ahora, partiendo de la cita algunos de ustedes me dirán que está muerto, que ya no se lo puede revivir del sepulcro y, alguno que otro idiota, dirá que todas estas críticas mías son pura queja inútil; la cual, si nos fijamos, es la misma objeción que ese tipo de gente hace a todos aquellos que se quejan de situaciones negativas que no pueden remediar. No obstante yo les preguntaría a quienes objetan eso: Cuando hay algo injusto, algo no ético que nos molesta y ante lo cual no podemos hacer nada (como, por ejemplo, la típica polarización entre ricos y pobres): ¿qué es preferible: callarse y no hacer nada (porque no podemos) o, ya que no podemos hacer nada, por lo menos quejarnos para mostrar que la situación nos importa, que no somos indiferentes a la situación y que, con nuestras quejas, promulgamos la sensibilidad humana como algo de valor intrínseco más allá de su utilidad práctica?. Creo que la mayoría de ustedes son lo suficientemente sensatos como para darse cuenta de cuál es la respuesta correcta. 

Finalmente, y ya para acabar con este triste tema, dejo una canción de nuestro amigo Facundo:



ESTA LA PUERTA ABIERTA

Está la puerta abierta,
la vida está esperando
con su eterno presente,
con lluvia o bajo el sol.

Está la puerta abierta,
juntemos nuestros sueños
para vencer al miedo
que nos empobreció.

La vida es encontrarnos,
para eso nacemos,
porque el punto más alto
es llegar al amor.

Y no hay amor de uno,
sólo hay amor de todos,
y por ese motivo
estamos hoy aquí.

Está la puerta abierta,
la vida está esperando
con su eterno presente,
con lluvia o bajo el sol.

Está la puerta abierta,
juntemos nuestros sueños
para vencer al miedo
que nos empobreció.

Iremos de uno en uno,
después de pueblo en pueblo
hasta rodear al mundo
con la misma canción.

Todas las cosas bellas
comenzaron cantando,
no olvides que tu madre
cantando te acunó.

Todas las cosas bellas
comenzaron cantando,
no olvides que tu madre
cantando te acunó.

Facundo Cabral 

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