martes, 7 de septiembre de 2010

Parodia de ¨Ciudadano Kane¨

Ciudadano Can

Ciudadano Can, obra maestra del director Woody Alien, nos introduce en la tortuosa y problemática vida de Gustavo de Santillana, un golden retriever de orígenes aristocráticos que es abandonado por sus amos (pertenecientes a la realeza española) tras cegar al mayordomo mordiéndolo en la cara.
            El monólogo de conciencia será clave en este film marcado por un fuerte tono de crítica social. Así, una vez en la primera nos enteraremos a través de los perrunos pensamientos de Gustavo, que el mayordomo era un sujeto vil que abusaba en secreto de María, la hija menor de los amos de Gustavo. Partiendo de esto, poco a poco se nos irá construyendo la imagen de un perro con gran conciencia, el cual se opondrá a Tomás, un cuida perros cuya profundidad de pensamiento es irónicamente enana en comparación con la del canino protagonista.
            Por otra parte, paralelamente a la problemática real de Gustavo con Tomás y algunos perros de la perrera, el film nos mostrará una línea onírica en la que dentro de una estética delirante a lo Natural Born Killers, se nos expondrán los desgarradores sueños de Gustavo y su compleja relación con el fluir de los hechos reales.
            En cuanto al final, no puedo sino decir que constituye una cruel y cómica bofetada a la vanidad humana. “Guarda esa carne para los gatos”, son las últimas palabras de Gustavo y del film tras la muerte de Tomás por ahogamiento en orina de perro y hemorragia provocado por múltiples mordidas. Parece simple, lo sé; no obstante el camino hasta la escena final es realmente convincente. Aunque, si quieren saberlo, lo mejor que pueden hacer es ver la película...

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